20 años editando la vida
Se cumplen veinte años desde que el 8 de febrero de 2002 subí a un avión de Lufthansa con escala en Frankfurt y destino final en Madrid. Pasé los primeros meses viviendo en maravillosamente inmundas y heladas pensiones o tugurios del barrio de Malasaña hasta que encontré a dos ángeles, dos estudiantes (una colombiana y una francesa) que alquilaban una habitación libre en un departamento compartido. Entonces floreció mi primavera en Madrid, en todo sentido. Fueron cinco meses y medio, pero tuvieron la intensidad de varios años.
En septiembre de 2002 me mudé a Barcelona y experimenté mis propias Mil y una noches durante casi ocho años, alternando cielo e infierno entre deslumbrantes nuevas experiencias y las sombras que se proyectaban sobre mi condición de «inmigrante ilegal». En 2013 y 2014 viví dos veranos en Francia (en la región de Provenza), que me nutrieron de una inenarrable experiencia vital. Todo esto me cambió la vida una y otra vez al abrir de par en par, definitivamente, las puertas de mi percepción.
Hoy, a veinte años de aquel viaje inicial —e iniciático— año a año nacen, crecen y se reproducen mis ganas de agradecer a tantísima gente marabrillosa que me abrió las puertas de sus casas, de sus vidas y de sus corazones, alojando mis torrenciales ganas de vivir al mil por ciento esta increíble experiencia llamada «vida» y lograr cumplir mis sueños.
Gracias a todo aquello en España y Francia hoy soy quien soy en Argentina. Necesité alejarme mucho para finalmente encontrarme, para entender y amar más que nunca a mi país y para comprobar dos cosas que ya son máximas vitales: que el deseo es el motor más poderoso que existe y que lo más valioso que podemos generar en los demás es la confianza, que abre absolutamente todas las puertas.
Inmensa y eternamente agradecido con todos ustedes por haber confiado en mí (incluso con quienes dijeron que mi quimera era una locura, porque me dieron más impulso para atravesar dificultades y superar situaciones muy complicadas). Pasados veinte años, hoy comprendo mejor por qué algunos me alentaron y otros me desalentaron a emprender mi viaje interior… yéndome al exterior.
Me encantaría que dejen sus comentarios al pie de este texto. Todos ustedes —sabiéndolo o no— fueron actores y actrices de esta película real que permitió que hoy sea una persona realizada, apasionada y muy feliz gracias al fruto de aquel mojón vital que significó cargar mi valija de sueños y partir borracho de expectativas, ingenuidad y esa indispensable pizca de locura y temeraria voluntad forjada en la escuela de la Argentina de 2001. Odisea de mi espacio vital en este mundo.
Julián Chappa
Enhorabuena y gracias por compartir este aniversario. Valió la pena acompañar el inicio de la aventura de aquel pibe lleno de ilusión y de sueños. Un abrazo amigo.
Es un enorme placer, leer este texto, que muestra el recorrido vital, intenso y emocionante, que has tenido que pasar, para demostrar , que el mundo de los sueños y de las ilusiones se hacen realidad.
Esfuerzo, valentía, decisión personal y humana y la confianza de creer en ti mismo, te ha llevado a 20 años de experiencia, existencia y profesionalidad, correspondida, en amistad, creación y definición personal.
Gracias por tu amistad, por tu confianza y sobre todo, por apoyar y impulsar a aquellos que un día, decidimos, mostrar a través de las letras, todo aquello que llevamos dentro.
Mil y una enhorabuena por esta aventura, que sólo es el principio porque lo mejor aún está por llegar a tu vida.
Estimado Victoriano:
Es evidente que compartimos una visión y una sensibilidad acerca de la dimensión que adquiere la concreción de sueños como factor determinante para lograr una vida plena y en armonía con nuestros más profundos deseos y necesidades espirituales.
Celebro eso, pero sobre todo agradezco mucho tus sentidas palabras. Año a año mi pasión por lo que hago no hace más que acrecentarse, y eso redunda en amalgamar una relación no solo profesional sino personal con autores de todo el planeta para que juntos logremos pulir exhaustivamente cada obra, logrando su mejor versión.
Tal como afirmas, esto es apenas el comienzo de un camino de crecimiento y sinergia que me emociona sobremanera porque los resultados son cada vez más positivos y alimentan un círculo virtuoso en el que doy lo mejor de mí en cada proyecto personalizado, y resulta enormemente gratificante experimentar la felicidad de los autores al materializar su sueño de ver sus escritos plasmados en libros.
¡Un abrazo para ti y la maravillosa gente de las islas Canarias!
Mi sincera enhorabuena Julián por estos años que reflejan cabalmente tu pasión, enfoque y excelencia en tu trabajo. Me siento honrado y agradecido de coincidir en tu camino y en que me hayas ayudado enormemente en entender y apreciar el mundo editorial al que no estaba acostumbrado. Te deseo muchos años más de éxitos y que sigas enriqueciendo tus grandes valores humanos y profesionales.
Estimado Conrado: Agradezco enormemente tus palabras. Hemos realizado dos trabajos formidables y ha sido un placer para mí poder acompañarte en el fascinante proceso de edición de las obras, sobre todo porque me consta que además del notable valor histórico de sus contenidos, el texto posee además un enorme valor afectivo. Ojalá ambas obras logren, con el tiempo, llegar a muchos amantes del mundo de la aviación de todas las latitudes. ¡Gracias!
Querido Juan: Sabés que estaré eternamente agradecido con vos por esa mano providencial que me tendiste en los comienzos madrileños de aquel fundacional invierno boreal de 2002. Tuviste la enorme generosidad de interceder para que un banco abriese una caja de ahorro a un «sin papeles», me obsequiste un teléfono celular para que estuviese comunicado y me brindaste el primer trabajo a tiempo parcial en tus oficinas de Las Rozas de Madrid, entre otras tantas cosas. Fuiste un primer (y fundamental) eslabón en la cadena de sucesos positivos que me permitieron sobrevivir después del «aterrizaje», para luego dar el salto hacia Barcelona. ¡Gracias de todo corazón, ojalá la vida permita que volvamos a vernos!
Es emocionante leerte, Julián, no solo por el casi vértigo que dan esos veinte años transcurridos desde tu viaje, y algo menos desde nuestro encuentro en Barcelona, sino sobre todo por el impacto personal que fue para ambos esa coincidencia en tantas cosas: la pasión por el trabajo editorial, la conciencia de que solo bien hecho tiene sentido, y la esperanza de algún día poder vivir profesionalmente de la edición entendida y llevada a cabo con cumplimiento estricto de todas esas condiciones.
Haber sido un mojón en ese camino que te llevó a la aventura del regreso a tu país, al redescubrimientyo de Argentina, siempre ha sido por sí solo emotivo. Más hoy, en este aniversario, Julián. Recordarás que yo estaba mal en Alfaguara en esos días, y que al cabo de no mucho me fui para empreder el regreso a la edición de a pie, sin dinero, que me llevó a seguir como editor durante unos últimos y preciosos doce años, hasta mis 75¡¡¡
Te deseo que puedas extender tu labor desde la independencia y la seriedad todos los años que te apetezca. Muchos autores lo agradecerán.
Querido y admirado Enrique: Tal como afirmás, solo lo realmente bien hecho tiene sentido, y esa máxima ha guiado nuestro periplo editorial, nuestra amistad y nuestra vida misma. Fuiste un faro y un maestro para mí, la definición de editor independiente, ese que eleva la vara forjando lectores críticos, pensantes y ávidos de reflexión en este mundo en constante cambio. Contra viento y marea, contracorriente, siempre apostaste por lectores futuros, publicando a autores nóveles que ninguna gran editorial se atrevió a publicar. Tenés el olfato, la sensibilidad y la sabiduría para captar el talento cuando y donde nadie más lo capta. Ese es tu gran don, además de tu don de gentes. Como editor de mediana edad no puedo evitar tomarte como principal referente de una estirpe en extinción de editores de raza, y me siento honrado y orgulloso de haber podido beber de ese cántaro que generosamente llenaste para las nuevas generaciones de escritores, editores y demás letraheridos. Tus valores me educaron no solo como editor, sino también como gozoso lector. ¡De corazón, estoy muy agradecido por tus palabras!
Juli querido:
Feliz aniversario! Por muchísimos años más editando y logrando la mejor versión de nuestros escritos.
Hermoso relato. Ahora querremos las crónicas completas de nuestro editor favorito… O luego de entrevistarte, te las podriamos escribir entre todos.
Gracias a los buscadores por haberte puesto en mi via literaria. Gracias por tu sensibilidad, tu paz y tu buena disposición para la ayuda y las soluciones, siempre.
Sos un fenómeno.
Felices 20!
Abrazo
Querida Melina: Mi corazón celebra vivamente esas palabras cargadas de buenas vibraciones. Soy yo quien te agradece por ser una joven talentosa y sensible que capta las sutilezas de mi pasión editorial. Ecualizar esa frecuencia espiritual es algo increíblemente placentero y hace que podamos continuar trabajando juntos para lograr el mismo objetivo de maneras complementarias: que tus textos brillen y logren su mejor versión. Cuando esa magia sucede, sabemos que es fruto del esfuerzo, la pasión y la más profunda dedicación para que cada detalle solidifique tal como deseamos. ¡Brindo por todo lo que vendrá!
Julián,
No había tenido noción del tiempo que había pasado.
Fue un placer conocerte y un placer volver a saber de ti
Estimada Nuri: Luego de cruzar el océano tuve ocasión de colaborar con Editorial Océano de Barcelona, donde conocí a gente muy amable, valiosa e interesante, vos entre ellas. También fue un placer conocerte, ojalá estés logrando cumplir tus sueños en esta nueva etapa. ¡Salud!
Estimado Julián,
Un placer para mi que nuestros caminos se hayan cruzado. Admiro a las personas apasionadas y entusiasmadas por la vida y estoy seguro que vos sos una de ellas. Agradezco al Universo que apareciste en mi búsqueda de un editor que ame su trabajo, que lo haga con pasión y dando lo mejor de sí. Agradezco tu formidable trabajo en mi primer obra Ser La Mejor Versión, como también en la que estamos trabajando actualmente. Sos un ejemplo de ser humano y espero que sigas inspirando a más personas a que emprendan la búsqueda de sí mismos, para que logren descubrir qué es lo que enciende su corazón como vos lo has hecho. Te mando un gran abrazo y deseo que sigas creciendo y progresando en esta gran profesión. Saludos!
Estimado Gabriel: Es un placer recibir tus palabras. Compartimos valores y sensibilidades para construir un mundo mejor, aportando cada uno desde su perspectiva y lugar en la sociedad. Es emocionante ver cómo nuestras miradas pueden volverse complementarias y consolidar algo nuevo que es mucho más y mejor que la suma de las partes. Eso es lo que hemos logrado trabajando juntos, pero sobre todo resulta muy motivador saber que actualmente estamos mejorando mucho más esa sinergia inicial, fruto de la pasión, la experiencia y las ganas de superarnos. Celebro eso y te felicito de corazón por tu ímpetu, propósito e inteligencia para vivir una vida en la que tus dichos y tus actos están plenamente alineados y plasmás esa impronta en tu profesión y tus libros.
Querido Julián, un placer leer las reseñas de tu bitácora, pero mayor fue el placer de haberme cruzado en la vida con vos. Te agradezco mucho que compartas conmigo tus experiencias de los últimos 20 años. He aprendido mucho de vos, siempre derramas talento y esfuerzo, combinación por demás exitosa en cualquier emprendimento. Te mando un fuerte abrazo y espero vernos pronto.
Afectuosamente.
Emilio Meyer
Querido Emilio: El mayor activo que un ser humano puede generar es confianza, ya que se trata del cimiento para construir sobre ella todo lo que la más fértil imaginación pueda llegar a crear. Y es precisamente eso lo que ambos hemos sabido construir desde aquella invaluable causalidad que cruzó nuestros caminos vitales. También he aprendido mucho de vos y nunca me cansaré de agradecer tu nobleza, que va mucho más allá de la edición de tu primera novela «El reloj de sol». Un abrazo cargado de afecto y amistad. ¡Gracias por tus palabras!
Supe de vos en 2016, el año que volví a radicarme en Argentina después de 18 años en Montevideo. Significa que estabas un poco recién llegado como yo, no sabía eso. Te contacté para presentarme y contarte que trabajaba en algo medio parecido a lo tuyo, por si necesitabas una colaboradora. Me imaginaba la escena en algún café, pero no. Seis años ya, siempre por teléfono, que sos una de mis fuentes de trabajo. Seis años ya, basados en una «maravillosa confianza» laboral. Nunca te vi la cara, pero millón de gracias, querido Julián por hacer gratificante gran parte de mi trabajo. ¡Salú, por renovados viajes en el tiempo y el espacio…!
Estimada Angélica: Es fascinante como las nuevas tecnologías pueden potenciar sinergias humanas. Si bien en principio todo se cimenta en esa «maravillosa confianza» que cada uno genera, lo cierto es que sin conocernos personalmente hemos logrado una interesante y muy productiva colaboración profesional. Ha sido un placer trabajar con vos, pero sobre todo apuesto a que continúe consolidándose. Muchas gracias a vos por tus palabras (y tu buen hacer).
Estimado Julián,
Allá por tus veinte años cuando te conocí, irradiabas ganas, voluntad, entusiasmo, vida, energía… encendías y contagiabas lo maravilloso de cumplir obstinado tus deseos. Hoy tu esencia se confirma inalterable, creciente, audaz, cálida, ferviente, humana…
¡Celebro tu proceso vital, viento en popa!¡Muy merecido!
¡Siempre expandiéndose, por los puntos cardinales de la huerta admirable, dónde se siente como crece la verdad de tu esfuerzo!
¡Muy agradecida contigo!
Cariños.
Estimada Yanil: Tus palabras calan muy hondo en mí porque están cargadas de una energía y una impronta únicas, que te agradezco de todo corazón. La conexión espiritual no ha hecho más que acrecentarse a lo largo del tiempo transcurrido. ¡Gracias!
Un disfrute total trabajar con vos Julian, me pone muy contento conocer y evidenciar tu evolución.
Te envío mis mejores vibras y energías para este nuevo tramo de tu camino y estoy muy agradecido por la entrega y profesionalismo dedicado a algo tan importante para mi.
Que sigan los éxitos y bienvenido este nuevo tiempo Ascendente.
Querido Alan: Adoro agradecer, pero además existen ciertos agradecimientos particularmente placenteros, como este. Estamos creando y construyendo algo que suma nuestra mejor versión, y eso dará frutos reveladores de un futuro común que ascenderá como el sol sobre el horizonte. ¡Gracias por tus palabras!
Queden tan lluny, aquells dies! Però és un record molt amable. Per molts i per bons anys, benvolgut Julián.
Estimado Joan: Muchas gracias por tus palabras. Aquellos días para mí no quedan tan lejanos en mi fuero interno, solo en el tiempo cronológico (que obedece a otras lógicas). Atesoro todo aquello como un inolvidable y firme cimiento de lo que vino más tarde. Y de lo que vendrá. Te deseo un futuro generoso.
Julián, recuerdos relacionados con vos, tengo unos cuantos:
– tu padre trayéndome 2 kilos de dulce de leche para que me los lleve a Europa,
– yo, en un tren para Loma de Zamora para encontrarme con un médico, amigo tuyo, que me iba a permitir posponer mi partida (¡sin haberte conocido en persona todavía!),
– el viaje a Chascomús y las conversaciones en las orillas de la laguna,
– el proyecto de woofing en Francia,
– tu visita en Barcelona.
Fue un placer conocerte y espero hasta pronto. Julián.
Un gran abrazo,
Anne So
Estimada Anne-Sophie: ¡Formidables recuerdos de viajes físicos y mentales! Nunca olvidaré que (a través del «woofing») me permitiste abrir compuertas para viajar por Francia y vivir en mi amada Provenza, conociendo personas, paisajes, sabores y saberes que enriquecieron infinitamente mi vida. Ojalá podamos volver a cruzarnos en Argentina, España, Francia o dondequiera que sea. Mientras tanto, ¡mucha suerte y ojalá estés pudiendo cumplir tus sueños!
Julián, entro poco al correo de yahoo, por eso recién me encuentro con esta invitación a leerte. Nunca es tarde, entiendo, como no lo fue tampoco tu decisión de embarcarte a la aventura en Europa. Hace veinte años estábamos en lo mejor de la juventud, siendo muy amigos y muy compinches, cómplices, casi hermanos. Me dolió tanto tu partida, los dos lo sabemos, fui egoísta, hoy quiero decirte que sólo quería que siguiéramos cerca para construir anécdotas y momentos, para que la vida la camináramos juntos. Hoy entiendo que perseguías tus sueños, fuiste valiente y corajudo, te aplaudo, te abrazo, y sigo aquí, celebrando tus logros y emprendimientos porque te quiero como desde el primer día en que compartimos apuntes de la facultad. Guardo todas nuestras cartas de un tiempo en que el papel no se veía amenazado por la virtualidad y nosotros le hacíamos culto con caligramas, encuadernaciones caseras, relatos, poemas, guiños, colores e intervenciones marabrillosas como vos decís. Cuánto talento Juli, y cuánto falta todavía por creer y crear. Abrazo.
Querida Paula: Tantos años y tantos viajes después, tus palabras tienen una significación y una resonancia muy potentes. Agradezco de corazón que hayas puesto en palabras la increíble odisea de aquellos «años locos» (nuestra propia década del veinte del siglo XX analógico, ahora que ya transitamos la del siglo XXI digital) en que cada día era un siglo y al mismo tiempo cada año era apenas un segundo. Todo fue de una densidad alucinante y lo vivimos al 1000%. Celebro que cada uno haya seguido su camino, su impronta, su voz interior, es natural. El tiempo macera y resignifica en cada uno aquella génesis del futuro que hoy es presente. Te abrazo con el alma y te agradezco con estas palabras que siguen conjugándose para construir el mañana viajando en el tiempo y el espacio para llegar a vos. ¡Gracias!