Cuando leí por primera vez la expresión «cabeza de turco», no supe qué quería decir y la busqué en el diccionario: «Se emplea este apelativo para calificar a aquellos sobre quienes se aplica injustamente una acusación o condena para impedir que los auténticos responsables sean juzgados o para satisfacer la necesidad de condena ante la falta de culpables.»
Me sentí tan identificado con esa definición que quedé aturdido. Tuve que bajar el volumen del disco del turco Cafrune y dejar de corregir el manuscrito del nuevo libro del turco Asís. Volví a leer la definición y estuve seguro que nunca nadie podría haber definido mejor mi relación con las editoriales.
Cabeza de turcorrector de estilo
Aquel día mi vida cambió. Empecé a leer más sobre la expresión «cabeza de turco» porque era como leer «cabeza de tú», y aprendí que el origen se remontaba a las Cruzadas de la Edad Media. En aquella época los cristianos sentían tanta antipatía hacia los turcos que era muy bien visto matarlos, cortarles el pescuezo y exponer sus cabezas en algún palo o fierro a manera de trofeo al que se le atribuían todos los males sucedidos a los cristianos.
Por primera vez en mi vida me entraron unas ganas locas de colaborar en Wikipedia, para sumar una nueva acepción a la definición de «corrector de estilo». Lo intenté, pero hace ya varios meses que el comentario está pendiente de aprobación porque el editor a cargo dice que mi propuesta no es políticamente correcta. Le dije que en realidad los autores intelectuales de la propuesta son los de la editorial, porque son ellos los que me hacen sentir así. No logré conmoverlo.
¿Constantinopla o Estambul?
Siempre estuve convencido que la sinonimia absoluta no existe, pero ayer confirmé que hay una excepción al recibir un correo electrónico de la editorial, sin siquiera Asunto: «Necesito corregir un libro de coyuntura por lo que está pasando entre Turquía y la Unión Europea. Una biografía no autorizada de Recep Tayyip Erdogan, el presidente turco. Nos jugamos la cabeza con este libro, tiene que estar en la calle en un mes. Necesita una turcorrección ur-gen-te, ¿cuento con vos?»







