Corrección de estilo de libros
La corrección de estilo de libros consiste en realizar un profundo proceso de mejoras generales del texto original, siempre respetando al máximo precisamente el estilo, la estructura y la impronta del autor. Hoy día, este tipo de trabajo en algunos casos es realizado por personas que no están capacitadas para dicha tarea, es por ello que encontramos —sobre todo a través de Internet— a quienes ofrecen este tipo de servicios editoriales con tarifas muy bajas.
Proceso de trabajo personalizado
1 | Evaluar la obra
En primer lugar, procederé a realizar una evaluación inicial que me permitirá conocer el estado general de la obra, detectando sus fortalezas y debilidades.
2 | Escuchar al autor
Mi segundo objetivo será escucharlo, saber cuáles son las metas que desea alcanzar, qué aspira a lograr, a qué público apunta su obra, etc.
3 | Plan de trabajo
Elaboraré un plan de trabajo y cronograma de plazos, los cuales consensuaré con usted para comprometernos mutuamente a respetar un ritmo.
4 | Corregir y asesorar
Corregiré todo lo necesario, generando un documento Word adicional en el que señalaré claramente aspectos a mejorar, modificar y/o eliminar.
Exhaustiva corrección y revisión
Resulta fundamental informarse acerca de a quién estamos confiando nuestra obra —fruto de años de ardua labor—, en la cual el autor deposita cantidad de sueños, aspiraciones e ilusiones que pueden ser desbaratadas si quien corrige no es un profesional idóneo con experiencia comprobable y pasión por el detalle.
Me dedico a la corrección de textos hace 23 años. Brindo un servicio 100% personalizado que se adapta «a medida» a cada obra y autor. Reparar en los detalles, chequear cada aspecto y revisar con mimo un original amerita tiempo. Reivindico la lentitud como un valor esencial que garantiza calidad superior.
¿Por qué contratar mis servicios?
Debido a la más sencilla y potente de las razones: realizo cada trabajo con pasión, cuidando cada detalle, procurando en cada encargo dar lo mejor de mí, brindar lo que yo mismo espero cuando solicito un servicio externo. Y dando mi nombre como garantía de calidad, respondiendo ante eventuales inconvenientes, preservando de ese modo ni más ni menos que el valor de la palabra, en su más amplia acepción.