¿Quién catzo es Dürrenmatt? Friedrich Dürrenmatt (Konolfingen, 1921-Neuchâtel, 1990) fue un escritor y pintor suizo en lengua alemana que escribió géneros muy variados: ensayos filosóficos, novelas (casi todas policíacas) y guiones para radio y televisión, pero su fuerte era el teatro.
Conocí su obra en 1993, cuando al ingresar a Letras en la gloriosa Universidad Nacional de La Plata la «Bibliografía obligatoria» de la cátedra de Literatura Alemana incluía Los físicos [Die Physiker], obra de teatro en dos actos estrenada en 1962 que reflexiona con crudeza sobre la locura del poder, por cierto hoy tema de rabiosa actualidad Trump mediante.
La crema que puede cambiarte la vida
No, no me refiero al colesterol. Siempre me resultó muy graciosa la expresión «diéresis o crema». Cuando era adolescente me preguntaba el porqué de ese «…o crema». Me daba hambre y asco al mismo tiempo, porque asociaba una torta de cumpleaños con la cremación.
Está claro que para ser corrector de estilo hay que tener un carácter especial y un punto obsesivo al corregir traducciones, sobre todo de idiomas centroeuropeos plagados de cremas y vocales con barba candado, cortes punk y sombreritos rarísimos, además de consonantes con extraños piercings tipográficos arriba o abajo de las letras.
Es entonces cuando hay que tener muy a mano los caracteres especiales, porque dejan de serlo para devenir comunes en ciertos libros. Ahí acecha el latente peligro de que una diéresis lo encreme todo… En esos casos tenés que tener un carácter especial para lograr familiarizarte rápidamente con muchos caracteres especiales.
Frutillas con diéresis
Mi última experiencia al respecto resultó francamente surrealista. La tapa del libro incluía errores groseros que ameritaban cárcel efectiva sin posibilidad de fianza, en cambio en el interior se detectaron aspectos incomparablemente menores tales como la diéresis del inefable Dürrenmatt.
El error de tapa fue minimizado con argumentos muy vagos, pero la crema que le faltó a la u se convirtió en la frutilla con diéresis del asunto. A esa no la minimizaron en absoluto, sino que la miraron con zoom en un microscopio electrónico de última generación… Me llegó el rumor que incluso alguien propuso la idea de contratar a un sicario para asesinarme.